Todo empezó el invierno de 2013. Fue entonces cuando mi cabeza comenzó a revolucionarse más de la cuenta y me percaté de que podía dar muchísimo más de mí, demostrarme a mí mismo que podía ir más allá… y así fue.

Y entonces arrancamos con un nuevo e ilusionante proyecto y de la nada construimos un chiringuito de 150m² en la Playa de San Bruno.
Nunca había trabajado en hostelería, no sabía nada del sector: ni siquiera, tirar una caña. Pero ganas no me faltaban. Y así nació EL PARADISE BEACH en junio de 2014. Ese fue el punto de partida de un ilusionante camino en el que estaba acompañado de un fantástico equipazo.

Juntos desde el amanecer con los desayunos hasta las copas al anochecer. Y entre medias, un ajetreado desfile de chocos, puntillitas, hamburguesas y tapas acompañados de nuestros, ya clásicos, mojitos y sangrías. Así descubrimos el gran ajetreo del sector: largas jornada, estrés, horas de pie… Aunque valía la pena. Pero lo peor llegó de la mano de la naturaleza. El mar, el viento y la lluvia nos tendieron un pulso al que no conseguimos vencer. Vivimos una lucha de 3 años en la que nos negamos a que el mar nos lo arrebatará todo. Pero lamentablemente fue así.

Recordaba entonces las sabias palabras de mi padre. Él siempre me decía que cuando uno cae siempre hay que levantarse y que tras un PROBLEMA siempre hay que buscar una SOLUCIÓN, no hacer más grande el problema. Y con esta reflexión no mire atrás ni para coger impulso. Empezó entonces la lucha para reubicar nuestro chiringuito y conseguir una concesión en una zona en la que la naturaleza no volviera a entorpecer nuestro camino. Pero también buscábamos un emplazamiento igual de espléndido que nos permitiera ver y escuchar el sonido del mar. Es así como pasamos al siguiente capítulo en el año 2016, cuando nuevamente cambiamos las tapitas y las copas por el cemento y los ladrillos para empezar una nueva obra. Un nuevo chiringuito esta vez de 300m²- que construimos desde cero.